miércoles, 1 de abril de 2009

Recordando al padre Aymón la Cruz.

No ha mucho tiempo atrás, la voz engolada para llamarle "nuestro guía espiritual", ahora cambia el tono de voz y se hace severo y reclamante: "Qué hizo por Pullo". Naturalmente esta nota no es para responder a estas personas; tan sólo queremos recordar al padre Aymón La Cruz: que el marmol mortuorio de la desconsideración, no lo oculte de nuestros recuerdos. Creemos que lo que más esperan una familia (o un pueblo) de sus hijos, es que sean hombres de bien, y el padre Aymón lo fue. Él fue, ante todo un sacerdote religioso, de vida conventual, pero no ajeno a los avatares intelectuales, siguiendo las enseñanzas del fundador de su orden, Santo Domingo de Guzmán, y tampoco ajeno al cariño a su pueblo, nuestro pueblo, Pullo.
Su sencillez y buen talante, con la sonrisa pronta a aparecerse, sentado en un banquito de alguna tienda, mirando las rosas del parque, conversando con aquellos que lo reconocían, y luego celebrando la misa del 13 de junio, al lado del párroco de Pullo, ante quien se supeditaba, y con sus prédicas que mostraban a un orador culto con un lenguaje sencillo. Quizá muy pocos guarden algún recuerdo de su llegada, o del momento en que se iba (tenía el buen gusto de no hacerse notar), el hecho es que estaba ahí con nosotros durante la fiesta. Pero también acá, en Lima, ¿no era la Iglesia de Santo Domingo punto de encuentro constante de los pullinos que como una tradición mandaban celebrar sus misas ahí? Y muchas veces, ¿no era el mismo padre Aymón el que las decía? Privilegio del que por un buen tiempo disfrutamos.
La cercanía del convento a palacio de gobierno hacía que tuviera que atender ciertas necesidades espirituales de ese lugar, pero él nunca fue un cortesano dentro de las altas esferas del poder; como dijimos antes, el era un religioso que hacía vida conventual, y como prior debía velar por la buena marcha del convento, que además de centro religioso tiene un patrimonio cultural maravilloso.
Ya lo dijimos, no pretendemos responder preguntas que vienen con su respuesta, pero tampoco por eso podemos dejar de mencionar que él hizo posible (él nos corregiría:) ayudó a hacer posible el presupuesto para la construcción de una de las obras más esperadas por los pullinos: la represa de Chusi; que fue pésimamente ejecutado, al punto que al momento no hay huellas de lo casi nada hecho. También hizo..., perdón, ayudó a hacer posible que se escogiera, entre varias alternativas en la región, la carretera rural, con mantenimiento propio, Incahuasi - Pullo - (límite con) Chala, del cual actualmente disfrutamos. Pero no son estos hechos los que cuentan, finalmente, para recordarlo, sino su total entrega en el difícil camino que él escogió. Figura preclara de nuestro pueblo, siempre vivirá en nuestros corazones.
Luis Márquez Prado.

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