martes, 7 de septiembre de 2010

San Antonio, patrón de Pullo.

San Antonio es el patrón de Pullo. Llamarlo "vicepatrón" es un error repetido por muchos pullinos en las últimas décadas. Un desacierto nunca se volverá acierto por más que todo el mundo lo diga. Así que simplemente corrijamos el error. El prefijo "vice" denota suplencia (en vez de, en lugar de); dado un cargo, designa a la persona que sustituye a quien ostenta dicho cargo. ¿A quién sustituye, suple o reemplaza san Antonio?. ¿A quién debe suplir san Antonio para interceder ante Dios por nosotros? Ningún santo es "vice" de nadie.
¿Tiene Pullo dos patrones? Debemos responder a esta pregunta haciendo dos precisiones, para no caer en confusión (o para aclarar confusiones): San Antonio es patrón del pueblo de Pullo y san Ildefonso es patrón de la parroquia de Pullo.
Una parroquia es una división territorial eclesiástica. En el virreynato también era política (curato o parroquia, lo que ahora son los distritos).
Cada uno de los pueblos que pertenecen a la parroquia de Pullo tiene su propio patrón (Malco: San Isidro; Sacsara: Santa Rosa de Lima; Chaipi: San Pedro y San Pablo; Pullo: San Antonio de Padua; etc.)
Qué bueno que tengamos uno a más protectores intercediendo por nosotros ante Dios. No rebajemos, pues, la majestad de un santo recurriendo innecesariamente a un prefijo.

Luis Márquez Prado.

viernes, 13 de agosto de 2010

Balada del carro viejo.

Son diez pasajeros diez
viajando con acomodo
en una combi con garra
que no le teme a lo ignoto.
Quieren llegar a la fiesta
que venera a San Antonio.
Todos con risa y pendencia
armando gran alboroto.
Con esta combi llegamos
a cualquier punto remoto.
Espéranos, Pullo, dicen,
al pasar por Atocongo,
pero un poco más allá
el timón se les ha roto.
Con este tipo de fallas
qué será, ay, de nosotros.
Entonces el Chino Saúl
se para y les dice a todos:
somos diez, pero esta vez
me bajo y no me anoto,
pues el carro no se mueve.
Entonces quedaron nueve.

Nueve pasajeros nueve
van a Pullo a ver los toros,
pero el carro está fallando
y hay gran pesar en sus rostros;
entonces Sapam se baja,
despacio, haciéndose el loco:
Quiero viajar con ustedes,
pero esta vez los arrocho.
Entonces quedaron ocho.

Ocho pasajeros ocho
van a recoger recuerdos
dejados hace muy poco,
pero este carro no avanza
y hay que ir de cualquier modo.
Entonces Coco se baja
como pidiendo socorro:
Este carro no me aguanta,
como me aguantó un gran potro;
mejor me voy en volquete.
Entonces quedaron siete.

Siete pasajeros siete
viajan en feliz retorno,
pero apenas empezado
el carro sufre trastorno.
Entonces Juan Baygón dice:
A la libertad me acojo
y me desmarco esta vez.
Entonces quedaron seis.

Son seis pasajeros seis
como buscando un tesoro
van en viaje de aventura
al lugar que tanto añoro,
pero el carro tiene fallas
y no hay un taller con torno;
entonces Sergio les dice:
Quisiera ayudar con todo
con ganas y mucho ahinco,
pero debo ver mis toros.
Y salió dando un gran brinco.
Entonces quedaron cinco.

Cinco pasajeros cinco
con sus cervezas a bordo
quisieran llegar a Pullo
a compartir con los otros.
Ciro con mucho respeto
se despide con decoro:
Yo les dejo con gran pena,
pues de tiempo no dispongo:
me iré en mi cuatro por cuatro.
Entonces quedaron cuatro.

Cuatro pasajeros cuatro
van por lances amorosos,
en los labios mil sonrisas
y en el corazón, sollozos.
Pero Vitaco les dice:
Yo quiero llegar muy pronto
para no llegar después,
sino recibo un resondro
y me quedo con estrés.
Entonces quedaron tres.

Tres pasajeros tres
devotos de San Antonio
quieren llegar a su pueblo,
aquel lugar tan hermoso.
Javier no puede ponerle
a la ventana cerrojo
y el aire entra en su garganta
hasta que se pone ronco:
Lo siento, pero me voy
con la guitarra que toco,
si no perderé mi voz.
Entonces quedaron dos.

Son dos pasajeros dos
viendo un paisaje armonioso:
qué hermoso se pone el sol
en el mar esplendoroso.
Pero la espera se acaba
y hay que viajar, pese a todo.
Con mucho pesar me bajo,
pues haz de quedarte solo,
le dijo Luchín a Lucho,
y se fue a tomar las fotos.

Arreglando el carro viejo
Lucho se ha quedado solo,
pero pronto soluciona
la falla del timón roto;
entonces ruge la combi
como un Porsche o como un Volvo
y arranca como una fiera
sin necesidad de apoyo.
Sube cerros y montañas
haciendo el camino corto,
cruza ríos y quebradas
dejando los cercos rotos,
y en un rato ya está en Pullo
llegando antes que todos.
Dos cervezas, Héctor López,
y alpiste para mi potro,
quiero brindar por la fiesta
que nos hace tan devotos
y por mi carrito viejo
que supera todo escollo.
Luego al llegar los viajeros
ven la combi con asombro
y se sacan el sombrero
y dan un viva sonoro.
Luego saludan a Lucho
que ya olvidó el abandono
y celebran la odisea
con cervezas bien al polo.
Y todos se apuntan prestos
para el viaje de retorno.

domingo, 3 de enero de 2010

1839. Decreto de creación de la escuela de Pullo.

En Huancayo, Gobernando Agustín Gamarra, se da una ley, a propuesta del congreso, aprobándose la creación de escuelas en algunos pueblos del sur de Ayacucho. Pullo encabeza la lista, y se establecen los medios para financiar estos centros de instrucción, entre ellos las recaudaciones del juego de bolos, conocido como "el choclón" en las ferias de Lampa, Oscollo y Chaypi (esta última perteneciente a Pullo), y el valor de los toros muertos en la fiesta de Pullo. Ver el siguiente link: http://cid-e0444d03f8e46c11.skydrive.live.com/self.aspx/P%c3%bablico/Educ.%20Pullo%201839.docx