RETORNO A PULLO
He vuelto a mi pueblo
y lo saludo,
lo saludo sin sombrero.
Lo saludo ahora
y siempre
por los siglos;
por los recuerdos gratos
y los recuerdos tristes;
por mi niñez lejana
y la sonrisa blanca
de sus balcones.
Por todo lo vivido
y por vivir. Por todo
hasta por los recuerdos
olvidados.
Lo saludo en su hondonada
en sus maizales,
en sus erguidos eucaliptos,
en sus callejas estrechas
y en esa plazuelita familiar
donde jugué al trompo
y a las bolas.
Saludo a las peñas y a las huertas
Donde robé manzanas
y tumbos.
Saludo a esta tierra mía,
en donde ahora
cosecho los afectos
de los amigos de antes
y de siempre
y en donde un día
quiera Dios, pueda ir al mas allá.
Pullo,
en esta tarde de retorno
me han llenado los ojos
tu paisaje y tu cielo,
cadenas de rocas y cerros
en tonos de azafrán y púrpura.
Francisco de Padua.
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